jueves, 16 de enero de 2014

¿QUÉ ME ESTOY FUMANDO?

  Todos los años por estas fechas, vemos y oímos anuncios que nos venden productos para dejar de fumar. Puede parecer que vayamos a enfocar el asunto escribiendo sobre plantas que nos ayuden a quitarnos este vicio, pero hoy no va a ser el caso, quizás otro día. Aquí vamos a redactar unas líneas sobre la planta del tabaco.

  Según dice la historia, el tabaco tiene su origen en América. Parece ser, que al Antiguo Continente, llegó este producto a través de los primeros colonos europeos que volvían de Las Américas, y traían consumibles exóticos.

  Como bien sabréis, el tabaco, ha estado sujeto a numerosas restricciones por la alta adicción que genera. De las sustancias que componen la planta protagonista de hoy, la nicotina es la que realmente nos crea esas ganas de volver a fumarnos uno y otro cigarro, un día tras otro. La nicotina, se encuentra en las hojas de la planta, que, al igual que cualquier propiedad de cualquier otra especie, en algunas ocasiones, se halla en mayores proporciones, y otras en menor cantidad. La nicotina, se puede localizar en un gran número de especies, aunque la que todos conocemos, es la nicotina tabacum, que es la que nos fumamos.


  Fumar es perjudicial, todos lo sabemos, sin embargo, la planta del tabaco emana un perfume maravilloso, y aunque su belleza no es extrema, el tamaño de sus hojas en ocasiones es espectacular. 

  Para los que deseéis tener en vuestro hogar una planta totalmente diferente a lo que habitualmente sembramos o cultivamos, deciros que es completamente legal, (manufacturar y distribuir ya es otra historia), y que únicamente, debéis tener en cuenta que debido a su alto grado de toxicidad, es recomendable que no anden cerca de ella, ni niños ni mascotas.

  La forma más fácil de adquirir una planta de tabaco, es comprando semillas, y sembrándolas en jardineras. Una jardinera de tamaño medio, será totalmente adecuada al efecto. Lo ideal, es sembrar la planta de cara a la primavera, y podréis observar, como incluso aguanta algunas heladas, aunque tampoco hay que excederse, pues la planta es fuerte, sin embargo, hay que cuidarla y prefiere ambientes templados. Normalmente, suele florecer hasta mitad del invierno, dependiendo del tipo de clima en el que se esté. Si la jardinera es de riego automático (www.hidrojardineras.com), será suficiente con mantener el depósito lleno. Si se elige una jardinera de riego manual, es recomendable echarle agua unas dos veces por semana, sobre todo, sin llegar a encharcar la tierra. Es importante en este caso, que seleccionéis un abono rico en nutrientes, pues el tabaco es exigente en cuanto a su alimentación. Recordad que cuando las flores se vayan marchitando, al igual que con cualquier otra especie, hay que ir arrancándolas. Comentaros en lo que se refiere a la luminosidad, que le gusta bastante el Sol, así que si la cultiváis en interior, manteneros al tanto de la luz que recibe.

  Espero que os haya gustado esta pequeña entrada. ¡Visitad nuestra web! ¡Hay fantásticos productos!

  Un saludo.

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