jueves, 2 de enero de 2014

EN TU ESPACIO PARA LA CALMA, PON BAMBÚ

Dada la gran avenida de solicitudes sobre información en distintos temas, por parte de nuestros lectores y clientes, seguimos aplazando la continuación de los artículos de plantas representativas de países. Así que pedimos disculpas a los que sigan interesados en dichas entregas, y esperamos que por el momento, os gusten los siguientes artículos que publiquemos hasta completar las diferentes peticiones recibidas. En cualquier caso, como las promesas son palabras a cumplir, continuaremos con flores de países europeos, en cuanto terminemos con las peticiones realizadas.

Hoy nos va a ocupar un tema que parece agradar a bastantes clientes.Hace un tiempo, citamos por encima la moda oriental en jardines. Parece ser que actualmente, muchas personas, intentamos crear espacios relajantes en nuestros hogares, sea en interior o en exterior. Sin embargo, por nuestro poco tiempo, y el estrés que sobrellevamos a diario, somos reticentes a tener que gastar horas y horas en estos espacios.Bien, pues hay una planta, que puede decorar nuestros lugares especiales para meditar, sin necesidad de grandes cuidados. Se trata del bambú.


Aunque hay cinco especies de bambú básicas (Dendrocalaminae, Melocanninae, Bambusinae, Arundinaceae y Puellinae), en la actualidad, todo se está modificando por diferentes causas, como la climatología y la expansión a lugares que no son los de origen. Por ello, existen actualmente muchas variedades.

Lo principal a tener en cuenta para el cuidado de esta planta, sobre todo en interiores, es el tipo de regado a utilizar. Son plantas, que requieren tener mucha humedad. Lo adecuado sería tener las raíces humedecidas siempre, así, una jardinera de riego manual, es lo más indicado. (Podéis encontrarlas en www.hidrojardineras.com). Además, tened cuidado con el tipo de agua que utilizáis, pues al cloro, lo odian. Por tanto, si podéis utilizar agua de lluvia, será lo mejor. (Podéis almacenar agua de lluvia en vuestras terrazas y jardines con un cubo, e ir echándola en la jardinera). Si la planta está en exterior, deberéis únicamente vigilar el nivel de agua. Por supuesto, aunque la planta prefiera tener sus raíces totalmente sumergidas, el encharcamiento es un riesgo, ya que puede producir hongos. Por ello, está indicado, aparte de vigilar la humedad de la tierra,  regenerar de vez en cuando la tierra, cambiándola.Con respecto a la luminosidad, sólo he de comentar, que el bambú se inclina por las zonas de sombras, y odian la luz directa. Así que, preveniros ante esta situación, pues en interiores, se podría transportar la planta según la luz que entre en el hogar, pero si la plantamos en jardines, hemos de pensar en cómo llega la luz durante las diferentes estaciones.Algunos especialistas, recomiendan añadir a la planta de bambú, de vez en cuando, alimento para las plantas decorativas de los acuarios, aunque en principio, este no es un aspecto obligatorio para un buen desarrollo.

Quería añadir hoy, una historia que leí hace algún tiempo por internet. Comienza así,“Había un cultivador japonés, que decidió plantar bambú. Esperando que su planta se desarrollara con normalidad, casi saco de quicio al calmado japonés, conocidos ellos por su gran paciencia, pues tras plantarla, pasaba el tiempo, y el cultivador, no encontraba resultados. ¿Qué era lo que estaba ocurriendo? Pues muy sencillo, la planta se estaba desarrollando con normalidad. Simplemente, estaba afianzando sus cimientos, sus raíces. Sí, la planta se estaba desarrollando, aunque el señor japonés no lo sabía, pues no veía las raíces.Así pues, el cultivador japonés, pensaba que la semilla que había plantado, no estaba en buen estado. Pero eso no era cierto. Pasó el tiempo, un año, dos años, tres años…y el bambú no crecía. Pero sorprendentemente, al cabo de aproximadamente siete años, el cultivador se sorprendió cuando comenzó a ver algún tallo en su plantación, y comprendió, que la paciencia era una virtud, y que no se puede comenzar a crecer, sin asegurar bien los cimientos”.

Aprovecho de esta manera con esta moraleja, a invitaros a la calma y a la paciencia, no sólo con vuestras plantas, sino con todo en la vida. Plantad bien vuestros cimientos, y comenzad entonces a ver un atisbo de esperanza, que más en estos tiempos que corren, es difícil conseguir un objetivo en un abrir y cerrar de ojos. Pero no perdáis la paciencia, confiad en lo que hacéis y en lo que sembráis, estoy segura de que obtendréis vuestra cosecha, como el protagonista de la historia.

Por cierto, no hace falta sembrar bambú, lo podéis adquirir ya desarrollado, y de esta manera, no tendréis que esperar siete años a decorar vuestro hogar.

Un saludo, y espero que os haya gustado esta entrada.¡Seguidnos en Facebook, Twitter y demás sitios online!

No hay comentarios:

Publicar un comentario