Parece que estos días ha vuelto a hacer "un frío que pela". Al igual que nosotros lo sentimos, nuestras plantas también. Aunque en España tenemos la suerte de que el frío extremo no suele ser un inconveniente muy grande, si que es cierto, que nuestras plantitas pueden padecer algunas heladas. Por eso hoy, le dedicamos un pequeño espacio al clima invernal.
Lo curioso de las heladas, es que nos puede parecer que afectan a la parte externa de las plantas, porque es lo que vemos que muere, pero realmente, una helada, perjudica en su mayor medida, a las raíces. Pensad que las raíces, son la boca de la planta, es por dónde verdaderamente se alimentan, y por tanto, si se daña este ámbito, la planta pierde toda posibilidad de alimentación correcta, no adquiere los nutrientes que debería, y por tanto, esto, añadido a que la luminosidad en invierno no es la adecuada para muchas especies, hace que finalmente todo se marchite. Por ello, como ya hemos comentado alguna vez, lo ideal si dejamos a nuestras amigas en exterior, es cubrir de alguna manera estos trastornos. La forma más sencilla de cubrir las raíces de una planta, es rodeándolas con un plástico transpirable, por ejemplo, una bolsa de basura a la que se le hagan agujeros pequeños. Situarla en un lugar que pueda recibir la escasa luz que se recibe en invierno, ayudará bastante a la conservación de la planta. Y por supuesto, en lugares ventosos, aunque se trate de variedades que tengan hojas fuertes, hay que protegerlas del factor vendaval. Sin embargo, en especies perennes, aunque las heladas afecten mucho a las raíces, hemos de comentar, que siempre es posible salvarlas, pues para algunas zonas interiores de la planta, no supone una causa totalmente letal.
En lo referente a la siembra, ya realizamos un artículo en el que comentábamos que hay ciertas plantas, que se pueden plantar en invierno. No obstante, si os encontráis en situaciones de temperaturas extremadamente frías, podéis retrasar un poco la plantación de semillas.
Con respecto a la poda, que para algunas variedades, se realiza en pleno invierno, está contraindicada en lugares que se registren algunos grados bajo cero. Es decir, hay que intentar no dejar a la planta desprotegida totalmente, pues aunque no lo parezca, el follaje protege las zonas interiores, que como ya se ha comentado, en ocasiones, se pueden salvar.
Personalmente, si os queréis "curar en salud", lo mejor es que durante el invierno, sólo tengáis en exterior plantas realmente resistentes al frío, como por ejemplo, las hiedras o los potos.
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Esperamos que os haya gustado el artículo de hoy.
Un saludo a tos@s.
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