La profesora Núria Bonada, publicaba en la revista Flora Montiberica, el extraordinario hallazgo de una planta que ya se creía extinguida hace unos ochenta años, en la zona mediterránea española. Se trata de la Spirodela polyrrhiza, más conocida como lenteja de agua. Hay muchas variedades de lentejas de agua, pero la verdad es que este descubrimiento, ha otorgado gran expectación por lo que ya imaginaréis.
Bien, pues tras leer el artículo, nos dijimos...¿Por qué no cultivar lentejas de agua? Pero claro, no disponemos de acuario, así que se nos encendió la luz y...vamos a utilizar una jardinera sin drenaje, de tamaño grande, lo llenamos de agua, y colocamos nuestras especies acuáticas. Todavía no hemos conseguido ningún ejemplar, pero os prometemos que en cuanto tengamos uno, colgaremos una foto en nuestras redes sociales para que disfrutéis de su belleza en una de nuestras jardineras. De momento, os dejamos unos consejos para los que estáis interesados en el asunto.
Lo primero que debéis hacer, al igual que cuando queréis disponer de cualquier planta, es elegir cuál es la que se adecua a vuestros gustos. Una vez seleccionada la especie, lo ideal, es encontrar un recipiente idóneo dependiendo del tamaño que adquiera la variedad seleccionada. Normalmente, las lentejas de agua, son extremadamente pequeñas, así que en lugar de prestar atención al tamaño que vayan a alcanzar, se debe tener en cuenta la cantidad que vamos a depositar.
Hay variedades, que previamente, requieren adherirse a algo sólido como roca o tierra. Por ejemplo, los nenúfares. Por ello, a la hora de adquirir semillas, se ha de ser cuidadoso, e informarse de cómo la variedad elegida ha de desarrollarse antes de comenzar a flotar. Si ya adquirís la planta crecidita, tan sólo hay que depositar la misma en el agua, y ella sola, si lo necesita, se agarrará a dónde crea conveniente. No hay que olvidar, que en el caso de que la planta haya de adherirse a algo, si hacéis el experimento que hemos comentado arriba, deberéis poner algo a lo que se pueda sujetar, por ejemplo, tierra. ¡Eso sí! Si la planta requiere de sustrato, será necesario que éste sea fino, y no grueso.
El recipiente en el que se coloque la planta, ha de recibir gran cantidad de luminosidad. En algunos casos, dependiendo de la procedencia de la planta, sería conveniente hacerse con una bombilla fluorescente, pues si el origen de la especie, es de lugares en los que el Sol brilla muchas horas, la planta te exigirá la misma cantidad de luz, si no, lo que puede ocurrir, es que en invierno, veáis como vuestras queridas amigas, se marchitan sin más.
Si situáis la planta en una maceta, lo cual ya he dicho que todavía no hemos probado, no importará si la superficie de agua parece colapsada, pero si la ponéis en un acuario o un lugar donde tengáis animalitos, pensad que necesitarán oxígeno, y por tanto, el número de plantas que coloquéis, será de gran importancia.
En principio, no es necesario, pero hablando con algunos especialistas, hemos descubierto, que un buen fertilizante, fabricado especialmente para plantas acuáticas, es beneficioso. Lo podéis encontrar en la mayoría de lugares donde venden fertilizantes. He de advertir aquí, que este tipo de ayuda, favorece a la planta, pero por favor, no echéis el fertilizante, si vuestras plantas acuáticas, conviven con algún pececito o animal acuático, lo intoxicaréis.
Esperamos que esta entrada os haya gustado. Ahora, ya podéis tener vuestro estanque aunque no tengáis jardín.
¡Ah! Y os aseguramos que si nuestra probatina sale mal, no permitiremos que nuestras lentejitas mueran. Antes las llevaremos a un sitio adecuado para ellas. Y visitad nuestra web: www.hidrojardineras.com
Un saludo a tod@s.