MEDICINA BOTÁNICA

  En muchas ocasiones, hablamos mucho y no decimos nada. Por ello, hoy queremos escribir aquí, sobre algunos conceptos básicos, que muchas veces pasamos por alto, ya que para la jardinería del día a día no los necesitamos, y que únicamente los científicos, tienen realmente en cuenta.

  La botánica, al igual que la mayoría de los asuntos científicos, ocupa diferentes espacios, que tod@s los jardiner@s deberíamos tener en cuenta para cuidar correctamente de nuestras plantas, y que aquí los que escriben, son los primeros en olvidarlos. Por ejemplo, muchas veces, no nos molestamos en conocer la anatomía de las plantas, sino que nos centramos en su aspecto exterior, y quizás podríamos mejor la imagen de nuestras flores, si nos paráramos a conocerlas por dentro. Hacemos lo mismo con la fisiología, únicamente nos detenemos a preguntarle al especialista si le tenemos que echar un abono u otro, o más o menos agua, o si le va mejor la luz directa o indirecta a cada especie; sin embargo, conocer la fisiología de cada planta, nos ayudaría a resolver estas dudas por nosotros mimos.

  Para comenzar, lo primero que hay que recordar, es que las plantas tienen raíces, aunque realmente no las veamos. La raíz, es una parte importantísima de la planta, de hecho es por donde se nutre y alimenta. El conocimiento de las fases de ésta parte de nuestras plantas, nos puede ayudar enormemente, no sólo a observar lo que le está sucediendo a la planta, sino cuándo deberíamos trasplantarla. La planta puede ser de gran tamaño, pero si la raíz es pequeña, aunque sea firme, no sería necesario, en principio, llevarla a una jardinera de mayor medida; y viceversa.

  Los tallos, son los que sujetan las flores de nuestro ser vivo, y por ello, hay que vigilar con frecuencia su fortaleza. Si hubiera alguna debilidad que los ataca, como pueden ser algunas plagas, habría que tomar medidas. Si bien es cierto, que normalmente, las plagas se visualizan y se da con ellas, cuando se alimentan de las sustancias de las hojas, pero se debe observar también los tallos, y quizás de esta manera, se puedan solucionar con anterioridad muchísimas enfermedades.

Ya que hemos citado las hojas, vamos a continuar con ellas. Como bien sabréis, las hojas absorben la luz, para llevarlas hasta las células que contienen clorofila, y así completar el ciclo alimenticio y respiratorio de la planta. Y aunque ya hemos hablado sobre que las raíces son las que toman agua, una alta evaporación de la misma a través de las hojas, puede provocar que éstas últimas se marchiten.

  Las flores, y en su caso los frutos, son lo que más bonito y útil nos parece de una planta. Esta parte de la anatomía de cualquier especie, en realidad, es tan útil como parece, pues es a causa de esta zona, por la que las especies procrean, siguiendo un proceso ya conocido por todos; las flores despiden polen, y los insectos y el viento, hacen el resto.

  No nos adentramos mucho en conceptos de mayor interés, pero esperamos que esta corta entrada, haya servido a los que todavía no conocíais la importancia de saber algo más sobre la anatomía de la planta, a tener en cuenta algo más, cuando compréis la siguiente variedad.

  Un saludo a tod@s y muchas gracias por seguirnos.
  
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