El otro día fui a comer a un restaurante y pedí una ensalada. Me encuentro en los bordes del plato, cuatro bolas que rodeaban la ensalada, y que parecían melocotón en almíbar. Las pruebo, y me doy cuenta de que; o eso no era melocotón en almíbar, o si lo era, estaba caducado. Mi primera suposición era cierta, no se trataba de melocotón en almíbar. Era Alquequenje. Lo descubrí porque pregunté al camarero, y ahí comenzó una profunda conversación sobre jardinería.
El camarero, muy servicial y conocedor de los productos que ofrecía, me explicó lo siguiente.
El Alquequenje, es una planta originaria de Japón, y que le gusta mucho el Sol. Además, si se quiere cultivar en casa, tiene la ventaja de que es perenne y fuerte. Puesto que puede llegar a medir hasta un metro y medio, es conveniente usar como recipiente una jardinera de tamaño mediano (www.hidrojardineras.com). Lo ideal para que florezcan, son veranos más bien largos, y tras la floración, es cuando aparecen las bolas anaranjadas que yo confundí con melocotón. Les gusta mucho el sol, aunque resisten bastante bien a las heladas. Eso sí, si se decide no utilizar hidrojardinera, lo mejor es que el recipiente, esté bien drenado, ya que es un frutal, bastante dado a padecer de hongos.
No quedando allí, el atento señor, me explicó, que tiene diversos usos medicinales, como el alivio de gripes y catarros, por disponer de una gran cantidad de Vitamina C, y además servía como diurético. No sólo eso, sino que por lo visto, actúa de manera muy beneficiosa, ante situaciones incómodas del sistema digestivo o renal.
Aquí acabó la conversación, junto con unas risas. Quería compartir con tod@s los amantes de las plantas, este suceso, para que os animéis l@s que todavía no lo hayáis hecho, a cultivar esta fantástica planta oriental.
Un saludo.
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