La jardinería es un arte, y como tal, desde las civilizaciones antiguas, encontramos obras fantásticas que representan distintos sentimientos que tenían nuestros antepasados.
Cuando hablamos de civilizaciones antiguas, normalmente, nos vienen a la cabeza muchas culturas occidentales. Pero en cocina, jardinería, y otras actividades, los orientales, nos dan mil vueltas. Centrándonos en las habilidades de crear maravillas adornando con naturaleza, los chinos y japoneses, idearon una forma de poder evadirse en entornos naturales, recreados en sus espacios tanto públicos como privados. Los orientales, utilizaban los elementos naturales, fabricando lugares en los que meditar y entrenar la mente, combinando diferentes especies botánicas, con lagos y lagunas. Formaron así un estilo absolutamente desemejante a lo que se conocía por el Mediterráneo.
En investigaciones sobre el antiguo Egipto, varios historiadores, han mostrado al mundo, pinturas y grabados en piedra, que permiten ver cómo los egipcios, ya sentían cierta pasión por la jardinería. Aunque normalmente, en las pinturas, no se puede apreciar la auténtica belleza que podrían estos jardines tener en la realidad, sí se observan árboles y plantas colocados de manera ordenada.
En añadido, existen registros relacionados con la cultura persa, en los que se intuye, que ya practicaban este maravilloso y complicado a veces, arte.
Se ha de mentar aquí, la importancia de las aportaciones griegas a este campo. Pues de estos últimos, se han descubierto incluso algunos tratados sobre el tema. Los griegos, fabricaban belleza utilizando como materia prima la naturaleza, pues, a pesar de que sus construcciones eran grandiosas, no olvidaban que la naturaleza jugaba un papel importante en sus vidas. Les encantaba mezclar fuentes y grandes paseos, con flores y árboles frutales.
Es momento de citar a los jardineros más ostentosos desde mi punto de vista. Llegaron el final del siglo XVII y el principio del siglo XVIII, y fue entonces cuando los franceses enseñaron a todos sus prodigiosas dotes de jardinería. Ahí están como prueba los jardines de Versalles, entre otros. A estos ciudadanos, les encantaba dar largos paseos por los espacios públicos, y quizás por ello, los adornaban y ornamentaban con tal singularidad, que aún hoy en día, los dibujos de la época, producen escalofríos.
No olvido por supuesto lo valioso que fue el romanticismo para la jardinería en Inglaterra, ya que no es que comenzaran a trabajar con árboles y flores, sino que, fue en esa época, cuando se produjo un auge a nivel nacional, en este área. Los ingleses decoraron sobre todo fincas privadas, pero también espacios públicos en las ciudades de entonces. Plantaban casi de manera desordenada, pues los jardines no parecían seguir criterio, aunque en ciertos emplazamientos, se comenzaba a divisar algún sistema sin demasiado sentido. Las zonas boscosas unidas a flores de gran colorido, eran las favoritas de estos educados occidentales.
Desde hace algunos años hasta la actualidad, se ha ido combinando lo urbano con lo natural, a veces de forma metódica, y otras veces, sin siquiera estructura. Sí bien es cierto, que quizás por la reciente preocupación en lo referente al cuidado del medio ambiente, cada vez nos interesamos más por las extensiones verdes y naturales. La mayoría de las personas y gobiernos, parece ser que están cada día más concienciados de lo interesante que resulta mantener un equilibrio razonable entre lo que es puramente arquitectónico y la arquitectura sostenible. Sólo es necesario mirar desde el cielo a los tejados y azoteas de enormes capitales; la estampa que se observa es una mezcla de asfalto gris, con manchas verdes en incremento.
¿Será por todo esto que necesitamos mucho más que antes incluir plantas en nuestras vidas, incluso dentro de nuestros hogares? No lo sé, pero sí tengo muy claro, que a nosotros las plantitas de mi hogar y las de las casas de los demás, nos alegran la vida. Dentro del poco tiempo de que disponemos los humanos en la actualidad, nosotros, personalmente, disfrutamos cuidando de nuestros seres vivos. Os dejo aquí como ejemplo de la pasión de nuestra familia por lo verde, una foto en el jardín de nuestra tía Daphne (inglesa de nacimiento y residente en Oxted, Surrey), tomando ella y yo el té, a las cuatro y media en punto. A ella le debo muchos de mis conocimientos de jardinería. Gracias Daphne.
Jardiner@s, os esperamos en Facebook, Twitter y en www.hidrojardineras.com.
Un saludo a tod@s.
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