Sí, así es, pasan las fiestas, nos aburrimos después de tantos días de comidas y cenas con familiares y amigos, y no sabemos qué hacer para matar el tiempo. Pues es el momento; después de tantos días de haber dejado en el olvido las plantas de nuestro jardín y hogar; debemos recuperar el tiempo perdido.
Enero es un mes en el que se pueden realizar algunas plantaciones determinadas. Hasta ahora en el blog, hemos hablado de plantas decorativas o medicinales, pero también existe la posibilidad de tener nuestro pequeño huerto en casa. Se me ha ocurrido hoy, hablaros de dos siembras que se pueden realizar incluso en jardineras, y entre otros meses, en el de Enero; el tomate y el perejil. Además, con estas plantaciones, nos podemos ahorrar algo de dinero en la frutería, y disfrutar a la vez, de la satisfacción que nos proporcionar contemplar el crecimiento de lo que al principio son sólo simples semillas.
Aunque parece ser que el tomate es mejor sembrarlo en primavera, cualquier momento es bueno, si el cuidado es el adecuado. Sembrarlo en Enero, nos va a dar la ventaja de recoger sus frutos antes, ya que la cosecha se suele realizarse a los tres meses tras la siembra. Es recomendable sembrar en una jardinera de unos veinte litros, y como mínimo, dejar unos treinta centímetros de profundidad. La jardinera debería ser de riego automático, y siempre tener en cuenta, cuando echemos el agua en el depósito, que las hojas no deben humedecerse. Si bien, debéis recordar que a los tomates no les gusta el frío, por tanto, si los plantamos en la época citada, se debe hacer en interior, y en un lugar en el que reciba bastante Sol. Se recomienda además no permitir que la tierra se compacte, y añadir bastante abono, pues necesitan para desarrollarse correctamente, gran cantidad de éste último. Por último, recordaros que la mata del tomate, crece mucho, y por ello, se debe enredar en un palo con, por ejemplo, unas bridas. Cualquiera de los productos citados, los podéis encontrar en nuestra web, www.hidrojardineras.com.
Ahora, vamos a hablar un poquito del perejil. ¿Cuántas veces os ha ocurrido que habéis visto como vuestro perejil se ponía malo en la nevera, o que cuando más urgente era su uso no teníais? Pues bien, eso se acabo. Sembrando unas semillitas en vuestra casa, en una no muy grande jardinera, tendréis perejil de manera muy sencilla a vuestro alcance. Lo primero a tener en cuenta es que, al igual que los tomates, necesitan una gran cantidad de abono en la tierra para su buen desarrollo, además de necesitar bastante luminosidad. A diferencia de los tomates, que necesitan regarse con poca frecuencia, pero con gran cantidad de agua, el perejil, necesita regarse con mucha frecuencia, y en pequeñas dosis, por ello, sería aconsejable, que la jardinera que utilicemos, sea de riego manual.
Tanto en las matas del tomate como en la del perejil, puede ocurrir que salgan flores. Lo ideal en estos casos, es podar esas florecillas e intentar aprovecharlas para siguientes plantaciones.
Y por cierto, con el nacimiento y crecimiento del perejil, no hay que impacientarse, pues suele ser más lento que el de otras plantaciones, así que si veis que tarda en desarrollarse, no os desilusionéis, es completamente normal.
Un saludo, compañer@s jardiner@s.
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