Ayer, estuvimos hablando de cuatro plantas representativas de distintos países europeos, aconsejándoos sobre su cuidado. Espero que os gustara. Si así fue, hoy vamos a añadir unas cuantas flores más, con las que podéis completar vuestro mapa europeo en el jardín u hogar.
Una planta, que además de decorar, es muy utilizada para aliñar platos y que dispone de algunas propiedades curativas, es el laurel. El laurel, es tradicional de Grecia, lo habréis comprobado en muchas películas. La leyenda que se cierne sobre este "árbol", es la que sigue.
Apolo, dios de las plagas y enfermedades, estaba obsesionado por Dafne, (que significa laurel), hija de Pireo, y que por nada del mundo deseaba contraer matrimonio. Para evitar que Apolo la encontrara, escapó para esconderse en las montañas. Pero aún así, Apolo, siguió insistiendo en casarse con ella. Así que Dafne, pidió a Pireo, que la convirtiera en laurel, su padre, muy a su pesar, cumplió los deseos de su hija. Apolo, desesperado, para tener cerca a su amor platónico, cortó unas ramitas de laurel, colocando éstas en forma de corona. De esta manera, el laurel, se transformó en árbol sagrado.
Pues bonita y triste historia a la vez, quizás ayudó a consagrar también a este árbol, como aliño principal en muchos platos, y medicamento para calmar dolores estomacales.
Su cuidado en jardinera, es bastante sencillo. Y aunque plantado así, no alcanzará su altura habitual, sí adquirirá sus propiedades naturales. Eso sí, prestad mucha atención a las temperaturas bajas, no las agradece; por ello, en invierno, es recomendable mantenerlo en interior. Con respecto a la tierra a utilizar, lo mejor, es que no sea muy compacta para que no acumule balsas de agua, pues suele preferir la sequía antes que la humedad. La luz directa, no es aconsejable, sí necesita rayos de sol, pero no durante todo el día. Es recomendable, que si se comienzan a ver hojas o ramas pochas, se poden estas partes, además, sin temor a cortar demasiado, pues rebrota con facilidad.
Ahora le toca el turno a los Países Bajos. Aunque ayer ya les dimos su parte con las amapolas, hay otra flor que los representa, la Caléndula. Ya que me he extendido mucho con el laurel, de ésta flor, sólo os voy a decir que necesita un riego habitual, la temperatura y el tipo de tierra no son de vital importancia, y, es recomendable, cortar las flores marchitas con asiduidad. Importantísimo, protegerla de las plagas, en ellas, se extienden con facilidad. Tiene propiedades medicinales, utilizándose sobre todo, como anti-inflamatorio. Comentaros, que en una jardinera redonda de tamaño mediano, quedan espectaculares sus colores amarillos.
Aunque parezca que en los países nórdicos hace tanto frío que no existan plantas con encanto, en Noruega, una de las plantas que más encontramos, es la Calluna Vulgaris, más conocida como brezo, con florecitas rosáceas que alegran el verde de sus tallos.
Les gusta bastante la luminosidad y las tierras no muy aguadas. Adorna cualquier lugar de la casa y del jardín, pero su floración es ya casi entrada la temporada otoñal, así que quizás tengáis florecitas en estos tallos, cuando en otras especies ya se hayan marchitado. Prestad atención a los hongos, les encanta rodear a esta plantita. Como curiosidad, contaros, que las ramas del brezo, se utilizaban antaño para hacer escobas.
Voy a hacer destacar hoy, una planta que se observa mucho por Hungría, y a mí me encanta, los tulipanes. Adoran los exteriores, así que el balcón o el jardín, es un lugar ideal para ellos. La luz directa no les sienta muy bien, y prefieren tierras que no se encharquen con facilidad. En jardinera de riego automático se desarrollan fenomenal, siempre que tengamos cuidado de no dejar que la tierra se compacte. Darán un colorido elegante y distraído al lugar dónde las coloquéis, adornando cualquier espacio en el que no sepáis qué plantar o sembrar.
Por último, quiero hablar hoy del Rododendro. Ocupa un lugar especial en los corazones de algunos habitantes de Suiza, país dónde se pueden ver extensas zonas conquistadas por la citada planta. Requiere unos cuidados un poco más especiales que el de las especies tratadas anteriormente, si deseamos que luzcan en todo su esplendor. El agua que prefieren suele ser algo ácida, hay gente que para regalarlas, combina el agua con cítrico para conseguir el regado perfecto; como ventaja al inconveniente de requerir agua especial, es que no necesita un riego frecuente. La tierra en la que se coloquen, puede ser cualquier, aunque sí conviene, aplicar abono químico para plantas acidófilas, un par de veces al año.
¿Todavía creéis que faltan más especies para completar vuestro mapa, verdad? Sí, es cierto. Por eso, hemos preparado dos entregas más, así que atentos a nuestras próximas entradas, dónde os mostraremos más especies, que podéis cultivar en vuestro jardín.
Un saludo a tod@s, y no olvidéis comprar vuestros productos en www.hidrojardineras.com.
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