miércoles, 16 de julio de 2014
Visitando la Alhambra de Granada.
Visitando hace un tiempo la Alhambra (al-Qal'a al-hamra) de Granada, al contemplar sus extraordinarios jardines, con sus flores de extraordinario aroma y colorido, se nos ocurrió revisar la historia de sus jardines, y encontramos lo que aquí os pasamos a narrar.
Como todos ya imaginaréis, sus jardines están confeccionados conforme al estilo arábigo de la época del Reinado Nazarí de Granada; aunque sí bien, se combinan en su estructuración diversas culturas a las que está maravillosa edificación ha sobrevivido.
Evoca con sus objetos y variedades ornamentales, la idea de paraíso mahometano, donde el hombre cuando lo alcanza, encuentra la satisfacción de sus mejores deseos, otorgando gran placer a los cinco sentidos de los seres humanos; la vista, con sus diferentes colores; el olfato, con sus diversos y fantásticos aromas; el tacto, con las sensaciones que produce las texturas de los distintos edificios y variedades vegetales; el oído, con la calma que transporta el ambiente "lounge" de sus patios; y el gusto, por el sabor que proporcionaban los frutos allí cultivados.
Se da en este auténtico jardín de aspecto oriental, una gran importancia al agua. El agua, transmite vida a humanos, resto de animales y vegetales. El agua dinamiza la vida.
Los árabes consiguieron realizar grandes obras de infraestructura para la época, que permitieron que el agua del Sistema Bética, y más en concreto de Sierra Nevada, llegará a sus huertas y jardines, y con mayor intensidad a este sensual complejo palaciego que es la Alhambra en sí.
El agua les permitía añadir además de vigor, un elemento decorativo adicional y prácticamente gratuito a la belleza jardinera del palacio.
Este tipo de jardines, están estructurados de forma que sirvan para la relajación y meditación u oración, además de para beneficiarse de los efectos de un formidable paseo entre sus adornos.
Se gustan de celosías y arcos, que permiten entrever desde sus porches lo que posteriormente se explicita cuando se va uno abriendo paso hacia la contemplación de la totalidad de la composición.
Los azulejos coloridos, haciendo conjunto y combinación con los varios elementos florales, llevan a las personas que observan la Alhambra en su esplendor, a animarse y sentirse con más energía.
Esperamos que os haya gustado este pequeño artículo, y os animamos a qué contempléis todo lo narrado aquí la próxima vez que visitéis esta original maravilla.
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